La mulata es tan menuda, no sólo sus tetas, sino también su visón y su culo. Y qué decir de su cintura, qué cintura, como la de una hormiga. En definitiva, el apretado coño se llevó una cogida loca de semejante polla. Pero ella era la única que gemía, ¿y el hombre era completamente de madera, con una polla así y una mulata al lado? A duras penas llegué al final, todo estaba hinchado y tieso, casi me corro diez veces.
El ligue ni siquiera tuvo que esforzarse mucho: esta perra sólo estaba esperando a que la follaran. Con semejantes tetas, los propios machos se agrupan en torno a ella. Ni siquiera parecía sorprendida de que le estuvieran tirando los tejos. Qué perra, ¡yo también me corro sobre ella!
Levchenko que quiere tan ahora quiere follar y lamer el coño y el culo